Burkina Faso
Las consecuencias del cambio climático, su incidencia en la salud y la malnutrición, el aumento de la violencia e inseguridad, así como la situación política de la región han tenido un gran impacto en Burkina Faso. A pesar de esta situación crítica, la comunidad internacional ha disminuido su financiación al país.
contexto
En 2023, la situación de seguridad se deterioró bruscamente, situando a Burkina Faso a la cabeza de la lista de los países del Sahel más afectados por los ataques de grupos armados no estatales, lo que se traduce en la comisión de atrocidades, asesinatos, detenciones irregulares, secuestros o la explosión de artefactos. Este deterioro ha provocado un aumento significativo de los desplazamientos internos, obligando a la población a abandonar sus activos productivos y a adoptar estrategias de supervivencia.
La International NGO Safety Organisation (INSO) registró 4.434 incidentes de seguridad, lo que provocó un aumento en el número de personas desplazadas en el país, alcanzando un total de 2.062.534 (Conseil National de Secours d’Urgence et de Réhabilitation (CONASUR)). Las más afectadas fueron las mujeres (23,91%) y los niños/as (58,50%, incluyendo 11,57% menores de 5 años). Esta crisis multidimensional ha aumentado el número de personas necesitadas hasta 6,2 millones (de ellas el 55% son menores), según el Panorama de las Necesidades Humanitarias 2024.
La sanidad es uno de los sectores más afectados por el deterioro de la situación de seguridad y, a veces, es el objetivo de grupos armados (robo de ambulancias, asesinato de personal, ataques a los Centros de Salud y de Promoción Social, lo que provoca su cierre y el abandono por parte del personal por miedo e inseguridad). Según un informe del Ministerio de Sanidad, 776 establecimientos sanitarios (37%) han cerrado o reducido al mínimo su funcionamiento en 10 de las 13 regiones del país, privando a cerca de 3,7 millones de personas del acceso a la atención sanitaria.
NUESTRO TRABAJO EN 2023
Médicos del Mundo empezó a trabajar en Burkina Faso en 2002 con proyectos de lucha contra el VIH, especialmente entre las mujeres vulnerables de la región Centro. Posteriormente, se ampliaron sus zonas de intervención y cuenta ahora con cinco bases en Uagadugu, Bobo-Dioulasso, Kaya, Dori y Djibo. Desde 2017 se trabaja en las regiones del Sahel y Centro-Norte con proyectos dirigidos a apoyar y fortalecer el sistema de salud estatal con un enfoque particular en la salud sexual y reproductiva, la desnutrición aguda en niños y niñas menores de 5 años, la gestión y manejo de casos de violencia de género y la prestación de atención primaria de salud a las poblaciones más afectadas por la crisis. Desde 2019, también se apoya a las Unidades de Atención Interna y Unidades de Atención Ambulatoria de Kaya, Djibo, Dori y Sebba.