Siria

Se han realizado 1.397.100 consultas en los 20 centros de salud apoyados por Médicos del Mundo; 1.138.991 de atención primaria, 210.350 de salud sexual y reproductiva y 47.759 de salud mental y apoyo psicosocial y 54.287 sesiones de promoción de la salud a las comunidades de Kobane, Raqqa y Al-Hasakeh.


contexto

Varias crisis consecutiva azotaron el noreste de Siria y siguieron agravando la ya deteriorada situación humanitaria tras 13 años de conflicto. El enfrentamiento y los terremotos en el Norte de Siria y Turquía a comienzos del año contribuyeron a mantener e incrementar las necesidades humanitarias, lo que repercutió en el estado de salud física y mental de la población afectada. Se calcula que de una población total de 23,4 millones de personas, 16, 7 millones (incluidos 7,5 millones de niños y niñas y 7,2 millones de personas desplazadas internas (entre ellas 675.000 en el noreste de Siria)), necesitarán ayuda humanitaria en 2024, lo que supone un aumento del 8% con respecto a 2023.

El 6 de febrero de 2023 un terremoto de magnitud 7,8 sacudió Turquía y Siria, afectando en este último país a las provincias de Idlib, Alepo, Lattakia y Hama. El 20 de febrero se produjo otro seísmo de magnitud 6,3 que causó más daños y traumas a las comunidades afectadas. Se confirmaron al menos 1.206 réplicas hasta el 14 de febrero. En Siria, se estima, que 8,8 millones de personas se vieron afectadas por los temblores de tierra. El Ministerio de Sanidad sirio informó de que más de 1.400 personas fallecieron y 2.350 resultaron heridas, seguramente muy por debajo de las cifras reales.

Los terremotos destruyeron muchas viviendas, infraestructuras de servicios básicos e instalaciones, dejando a muchas personas sin alimentos, agua y refugio y con necesidad urgente de asistencia médica y psicosocial. Estas zonas del noreste de Siria llevan casi 13 años sufriendo emergencias complejas y prolongadas, con conflictos armados y desplazamientos, complicadas por brotes de cólera, sarampión o COVID-19, que se suman al ya desbordado sistema sanitario. Antes del terremoto, se calculaba que 15,3 millones de personas necesitaban ayuda humanitaria en todo el país. Los seísmos recurrentes también evidencian la grave vulnerabilidad y los riesgos de estas regiones tan afectadas por la guerra.

La situación política continúa inestable en la región. Algunas partes del país siguen inmersas en conflictos activos, al tiempo que se desarrollan operaciones militares, sobre todo en zonas de control mixto, se producen contiendas cercanas a la línea del frente, que causan víctimas civiles y desplazamientos masivos y plantean importantes obstáculos al acceso humanitario y a los servicios esenciales.

El conflicto en Palestina y su extensión al sur del Líbano y Mar Rojo tienen efectos indirectos en Siria provocando una importante depreciación (60%) de la libra siria, que, junto con el aumento de la inflación y el considerable incremento de los precios, incluidos los de los alimentos, hace que el 85% de los hogares sirios tengan dificultades para cubrir sus necesidades básicas.

La crisis económica, el conflicto y los desplazamientos prolongados siguen destruyendo el tejido social del país. La pérdida de redes sociales es más significativa en las provincias más afectadas, como Raqqa y Al Hasakeh, donde opera actualmente Médicos del Mundo España.

La prestación de servicios sanitarios sigue interrumpida; sólo el 58% de los hospitales y el 53% de los Centros de Atención Primaria de Salud en el noreste de Siria están a pleno rendimiento. El 35% de los hospitales (211) y el 44% de Centros de Atención Primaria de Salud (1.791) no funcionan o sólo lo hacen parcialmente (MSNA 2021). Los Centros de Salud del sistema público se enfrentan a numerosos retos, entre los que figuran principalmente: I) falta de recursos humanos sanitarios cualificados, II) falta de medicamentos y equipos, III) falta de insumos económicos para el personal de los centros, IV) falta de protocolos y directrices sanitarias, V) sistemas de derivación deficientes y actividades sanitarias comunitarias mínimas, VI) servicios básicos e integrales limitados de atención obstétrica y neonatal integral de urgencia y programas de nutrición (tanto preventivos como curativos). No se pueden mantener los estándares básicos del Paquete Esencial de Atención Primaria relacionados con la salud sexual y reproductiva, la salud mental, nutrición y los sistemas de gestión de datos, entre otros.

La violencia de género se ve exacerbada por el conflicto, provocando altas tasas de angustia psicológica, depresión, vergüenza, estigma social, rechazo familiar, falta de hogar, problemas de salud física y suicidio. El 37% de la población afectada por el conflicto requiere salud sexual y reproductiva, neonatal e infantil. El 41% de la población adulta necesita tratamiento para una o más enfermedades no contagiosas. Ha aumentado el riesgo de epidemias como el sarampión, la meningitis, el cólera, la hepatitis A y la leishmaniasis, representando el 16% del total de consultas notificadas en 2023 a través de la vigilancia del sistema sanitario.

Se registró un aumento del triple en la prevalencia de la desnutrición aguda global, del 1,7% en 2019 al 4,7% en 2023, mientras que, al mismo tiempo, los efectos combinados de los terremotos y el declive económico han causado una angustia mental generalizada en el noreste de Siria. Todo lo descrito supone una carga sustancial para un débil sistema sanitario, en particular para el personal de los centros sanitarios, que trabajan bajo una inmensa presión para prestar atención a los 14,9 millones de personas que se calcula que necesitarán servicios de salud esenciales en 2024.

NUESTRO TRABAJO EN 2023

Desde 2017, el trabajo de Médicos del Mundo en el noreste de Siria se ha centrado en abordar las necesidades de salud más acuciantes, aliviar el sufrimiento y reducir las tasas de morbilidad y mortalidad en las gobernaciones de Kobane, Raqqa y Al-Hasakeh mejorando el acceso a la atención primaria en los Centros de Salud que apoya.

Tras los terremotos de febrero de 2023 se llevan a cabo varios proyectos humanitarios para apoyar de manera puntual con medicamentos y equipos de protección individuales a algunos Centros de Salud y ampliar el apoyo a los ubicados en las zonas más afectadas y con las necesidades insuficientemente cubiertas por otros actores (lo relacionado con los terremotos en Koban y Alepo). Se distribuyeron 2.800 kits de higiene, 1.075 kits de dignidad (mascarillas, alcohol gel, ropa interior y toallas higiénicas) y 320 kits de salud sexual y reproductiva a la población en la gobernación de Alepo y 14 kits de traumatología a los Centros de Atención Primaria de Salud apoyados en el noreste de Siria. Estos proyectos alcanzaron a una población estimada de 1.500.000 personas.

Se ha respaldado a un total de 959.681 personas focalizándonos en:

  • Garantizar la continuidad de consultas de atención primaria de salud, incluyendo salud mental y apoyo psicosicial, nutrición, salud sexual y reproductiva y epidemias.
  • La formación continua y supervisión del personal sanitario médico, no médico y agentes de salud comunitaria.
  • La salud comunitaria para la promoción de la salud, el bienestar psicosocial y la prevención de epidemias en los centros de salud y las comunidades de alrededor.
  • Los planes de preparación/respuesta ante emergencias para enfermedades epidémicas.
  • El suministro de medicamentos y consumibles
  • Las reformas menores de los centros de salud

Se ha apoyado a 20 Centros de Salud de Atención Primaria. Se realizaron 1.397.100 consultas, entre ellas, 1.138.991 de atención primaria, 210.350 de salud sexual y reproductiva y 47.759 de salud mental y apoyo psicosocial y 54.287 sesiones de promoción de la salud a las comunidades de Kobane, Raqqa y Al-Hasakeh.

El impacto durante 2023 de nuestros proyectos para la población es la garantía del cumplimiento de su derecho a la salud asegurando el acceso gratuito a servicios sanitarios de calidad, la continuidad de los servicios de atención primaria y la respuesta a epidemias y a la malnutrición.

El derecho a la salud abarca libertades y derechos. Entre las libertades se incluye el derecho de las personas a controlar su salud y su cuerpo, y por ello se ha fortalecido también el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva. Las personas afectadas por trastornos mentales suelen sufrir más violaciones de sus derechos y no reciben la atención adecuada, por ello, hemos reforzado los servicios en la atención primaria y lucha contra la estigmatización que sufre este colectivo a través de la formación y la sensibilización. Así, se ha trabajado para que el derecho de acceso a un sistema de protección de la salud gratuito ofrezca a todas las personas las mismas oportunidades.

Desde octubre de 2023 se ha puesto en marcha un proyecto centrado en reforzar la resiliencia de las poblaciones afectadas por el conflicto en la gobernación de Raqqa, mejorando la disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad de los servicios sanitarios que finalizará en septiembre de 2016. Este proyecto tiene el objetivo de alcanzar a 661.937 personas de manera directa y 815.000 personas indirecta.