UCRANIA
MdM España presta asistencia esencial a las personas afectadas por el conflicto en las provincias de Kharkiv, Kyiv, Chernihiv, Zaporizhzhia y Chernivtsi. Equipos multidisciplinares colaboran con los servicios públicos de salud, ofreciendo consultas de Atención Primaria de Salud, Salud Mental y Apoyo Psicosocial y Salud Sexual y Reproductiva
contexto
La situación en Ucrania es grave, marcada por un conflicto persistente. A pesar de la aparente inmovilidad de los frentes, la población civil sigue expuesta a altos niveles de violencia, con más de 47.000 incidentes relacionados con enfrentamientos armados y ataques en 2023 (ACLED - Armed Conflict Location & Event Data Project). Esto ha provocado un patrón continuo de víctimas civiles, muerte y destrucción, creando una grave crisis humanitaria que incluye la interrupción del acceso a la atención sanitaria.
La OCHA informa de que el Grupo de Acción Sanitaria llegó a 7,6 millones de personas en 2023 de los 7,8 millones a los que se dirigía, incluidos desplazados internos, no desplazados afectados por la guerra y retornados. A 27 de diciembre de 2023, aproximadamente 3.689.000 personas seguían desplazadas internamente en Ucrania, con otras 5.974.800 desplazados en el extranjero (ACNUR), y 4.445.000 regresaban a sus residencias habituales, con un 26% que regresaba del extranjero (OIM).
De los 1.566 ataques contra la atención sanitaria verificados por la OMS desde febrero de 2022 hasta finales de 2023, 276 tuvieron lugar durante 2023, afectando a instalaciones, transportes, personal, pacientes, suministros y almacenes, lo que va más allá de las víctimas humanas. El acceso a la atención primaria en las regiones afectadas por la guerra es difícil debido a la destrucción de instalaciones, la interrupción del transporte y la interrupción de la logística, agravada por los movimientos masivos de población durante el conflicto. Además, el sistema local de atención primaria de salud en los asentamientos rurales se enfrenta a problemas agravados, ya que depende en gran medida de un presupuesto local sometido a tensiones por la recesión económica general. La persistente escasez de medicamentos y suministros médicos plantea un problema crítico para una población vulnerable compuesta principalmente por ancianos, mujeres y niños.
Los problemas de salud mental, enraizados en el trauma de la guerra**, afectan a millones de personas** en toda Ucrania. La OMS calcula que cerca de 10 millones de personas pueden padecer algún problema de salud mental, de los cuales unos 4 millones presentan afecciones moderadas o graves.
NUESTRO TRABAJO
Se trabaja en Ucrania desde 2015, mejorando el acceso a la Atención Primaria y a la Salud Sexual y Reproductiva y proporcionando Salud Mental y Apoyo Psicosocial en las Áreas Controladas por el Gobierno (GCA) y las Áreas No Controladas por el Gobierno (NGCA) en las provincias de Donetsk y Luhansk, centrándose en hospitales y centros de salud afectados por la crisis de 2014 o que sufren escasez de personal sanitario debido a las hostilidades en la región.
Con la escalada de la guerra en 2022, se suspendieron las actividades en la NGCA debido a la pérdida de acceso humanitario. Aunque se reorientaron los esfuerzos para hacer frente a la emergencia y responder a las necesidades sanitarias urgentes de la población afectada.
A lo largo de 2023, los programas se centraron en reforzar el sistema sanitario local mediante la prestación de servicios sanitarios directos a través de unidades móviles multidisciplinares, incluyendo consultas de Salud Sexual y Reproductiva, la realización de consultas individuales y grupales de Salud Mental y Apoyo Psicosocial (SMAPS) y el apoyo a los centros sanitarios a través de ayudas económicas, suministro de medicamentos y material médico fungible y de equipamiento. Las actividades también garantizaron un suministro continuo de recursos esenciales, como kits de higiene y dispositivos de asistencia para personas con discapacidad o movilidad reducida. Estos esfuerzos llegaron a comunidades de las provincias de Kharkiv, Chernihiv, Zaporizhzhia y Kyiv, situadas a lo largo de la línea del frente y la frontera internacional con la Federación Rusa y la República de Bielorrusia, y en la parte trasera de la provincia de Chernivtsi, que acoge a una importante población de desplazados internos.
Se hizo especial hincapié en el desarrollo de las capacidades del sistema sanitario local para dar una respuesta resistente a los retos actuales. Para ello se potenció el liderazgo local, se llevaron a cabo actividades de incentivación y promoción, se impartieron cursos de formación sobre el Programa de acción para superar las brechas en salud mental (mhGAP), gestión de problemas Plus (PM+) y autoayuda+, que reforzaron la capacidad de divulgación y los activos materiales, y se organizaron sesiones de concienciación.
La atención se centra en las zonas rurales, atendiendo las necesidades de la población anciana de asentamientos remotos con bajos ingresos y redes sociales limitadas y de la población desplazada internamente. Las Unidades Móviles (UM) desempeñaron un papel crucial en la prestación de servicios directos, mejorando las capacidades del sistema sanitario, su resistencia y minimizando el impacto de la guerra. Se prestó especial atención a las necesidades de los SMAPS, con sesiones de formación que contribuyeron a la integración de la salud mental en la atención primaria. A lo largo del año, los equipos de MdM España llegaron a 22.467 personas directamente y a 1.195.985 indirectamente.
Se realizaron un total de 1.150 donaciones, entre medicamentos, equipos médicos, kits de higiene y maternidad, consumibles médicos y dispositivos de asistencia. Aproximadamente 153 instalaciones sanitarias, 169 refugios/centros colectivos y 11 ONG/socios ejecutores recibieron ayuda a través de donaciones y sub donaciones. Entre las donaciones más destacadas figuran dos mamógrafos digitales en Shyrokivska, en la provincia de Zaporizhzhia, y Makariv, en la provincia de Kiev, y 17 generadores (uno en Kharkiv, otro en Bucha, en la provincia de Kiev y 15 en la provincia de Zaporizhzhia) para garantizar la continuidad de los servicios críticos en los centros sanitarios a pesar de los apagones.