Del año 2020 al 2022 la pandemia de COVID-19 estuvo en el centro de nuestra intervención y en el resto del contexto internacional como exponente último y directo de la globalización de la crisis. Los datos son desoladores y nos dejan un balance para el análisis como sociedad con 1 de cada 23 personas en el mundo en situación de vulnerabilidad extrema y dependiendo de ayuda humanitaria.

En el ámbito de Euskadi somos conscientes del contexto cambiante en el que vivimos y del que ya forman parte los planes de recuperación y transformación impulsados por las Administraciones Públicas para paliar las graves consecuencias económicas que originó la pandemia de la COVID-19 a través de las líneas de transición tecnológica y digital, transición energético–climática y de transición social y sanitaria.

Nos preocupa especialmente la aplicación de las políticas europeas que aumentan las brechas de desigualdad y que el uso de esos fondos no profundiza en lo estructural del problema, por lo que perpetua el propio sistema responsable de la crisis económica, ecológica, social y de cuidados. Pensamos que es tiempo de fortalecer los sistemas públicos de protección social.

Es importante avanzar en el reconocimiento del derecho al cuidado como un derecho universal, multidimensional, colectivo y singular y en asegurar su provisión pública y accesible desde una perspectiva integral, sustituyendo la lógica de la concertación público-privada por una público-social-comunitaria. En este sentido, consideramos necesario reforzar el carácter público de los servicios y concretamente de los servicios de proximidad sanitaria, social y educativa.

Por ello, invitamos a las instituciones públicas a impulsar políticas públicas que construyan estrategias para ayudar a reconducir socialmente hacia procesos en clave de justicia social y sostenibilidad y a favor de una economía al servicio de la vida de las personas con el foco puesto en los cuidados. Las organizaciones sociales y las redes de las que formamos parte tenemos un papel importante para conseguir incidir en los programas de las elecciones autonómicas y europeas de 2024.

Lejos de minorarse, seguimos asistiendo a la consolidación de la polarización de los ámbitos político y social. El papel de las entidades públicas, las organizaciones sociales y la ciudadanía es fundamental para contrarrestar los discursos del miedo xenófobo, homófobo y machista sobre el que, desgraciadamente, se está produciendo un proceso de normalización.

No podemos dejar de hacer referencia al menos a dos crisis globales. Por un lado, la guerra de Ucrania con graves consecuencias mundiales, tanto económicas y geoestratégicas, como para la débil seguridad alimentaria de una gran parte de África y otros países del mundo. Por otro lado, el conflicto entre Israel y Palestina que ha traspasado todos los límites del Derecho Internacional Humanitario y las leyes de la guerra. Asistimos, sin duda a un cambio de paradigma en el que se produce una vergonzante violación de los derechos humanos ante la mirada pasiva de la comunidad internacional.

NUESTRO TRABAJO EN 2023

Como agente de cambio social nos implicamos activamente, a través de todas nuestras intervenciones, en la eliminación de las normas, políticas y prácticas sociales que promueven y propician la vulneración del derecho a la salud.

En este sentido, seguimos trabajando para garantizar el derecho efectivo a la salud de todas las personas incidiendo en contribuir al cambio de aquellas estructuras sociales que provocan injusticia y generan desigualdad. Desgraciadamente, sigue siendo necesario atender a personas que no tienen reconocido su derecho a la salud. Por ello, nuestra atención sociosanitaria se hace indispensable para estas personas.

Desde la Educación para la Transformación Social desarrollamos estrategias de educación a la ciudadanía como titular de responsabilidades desde un pensamiento crítico encaminado a empoderar a las personas y a los sujetos para que puedan contribuir a la transformación de la realidad.

Lo hacemos a través de acciones de visibilización y evidencia de vulneraciones de derechos, la educación en ámbito formal en centros educativos y en el ámbito informal con la sociedad civil, así como mediante el trabajo en red, desde donde desarrollamos acciones de incidencia política y movilización ciudadana hacia el cambio social.

A través de nuestros programas de cooperación internacional buscamos transitar hacia modelos que den respuesta a las consecuencias generadas por la injusticia y la desigualdad social aquí y en otros países. Mejorar las políticas de cooperación internacional no pone en peligro ninguna política social ni ninguno de nuestros derechos. Y también estas políticas deben orientarse a identificar y denunciar las causas estructurales que provocan esa violación de derechos humanos a la vez que se promueven alternativas para erradicarlas.

Nos toca afianzar nuestro papel como agente generador de palanca de cambios sociales y manejar con equilibrio el objetivo de nuestra misión y el necesario desarrollo interno como organización. Debemos escuchar el llamado (el para qué) al que nuestra organización está siendo interpelada en un contexto como el actual con una deriva cada vez más clara hacia un deterioro de los derechos fundamentales.

junta directiva autonómica

fecha de última constitución: 22 de diciembre de 2023

cargo
Presidente y vocal de Inclusión	Txomin Zabala Hernández
Secretaría y Tesorería	Jesús García Saiz
Vocal de Desarrollo Asociativo	Franklin Rafael Santos Bautista
Vocal de Comunicación a alianza con entidades	Emerson Andrés Ortiz Calle
Vocal de Cooperación Internacional	Sidahmed Moh Lefdil

En 2023 también formaron parte de la Junta Autonómica: Josu Abad Zulaika, Sara Cabedo Gómez, Bernard Mbanga e Itxaso Galán López

OFICINA EN VITORIA

Fecha de apertura: 22 de noviembre de 2022

Calle del Cubo, 1. 01001 Vitoria-Gasteiz
Teléfono: 653 994 567
araba@medicosdelmundo.org

LOCAL EN BARAKALDO

Fecha de apertura: 17 de marzo de 20243

San Juan, 12. 48901 Barakaldo (Bizkaia)
Teléfono: 944 79 03 22